Ponemos fin a la sección veraniega de ‘Reflexiones en la piscina’ antes de ver como las primeras hojas del otoño flotan en el agua. Para un cierre tan especial considero completamente necesario acercaros a un miembro del equipo de ‘El desorden de los sentidos’ que ha aportado su trabajo y esfuerzo al proyecto desde el principio, Alejandro Blesa.
A pesar de que no pudo sumarse al viaje hacia Santiago de Compostela, su labor silenciosa se centró en facilitar todo lo posible ese viaje, luchando contra nuestros propios molinos de viento. Pero mejor os dejo con él:
Pregunta: ¿Cuál ha sido tu labor desde el principio?
Respuesta: Mi función en el proyecto ha sido la búsqueda de financiación a través de distintas vías para complementar al presupuesto aportado por La Maleta: instituciones públicas, empresas y fundaciones privadas y una campaña de crowdfunding o microfinanciación. En el desarrollo de estas tareas he contado siempre con la colaboración del resto del equipo. Realmente, puedo decir que el proyecto y su equipo me han aportado mucho más a mí que yo a ellos.
P: ¿Qué te interesó del proyecto?
R: Lo que más me llamó la atención del proyecto fue la conjunción de diversos factores ya interesantes de por sí: la historia de superación de sus dos protagonistas, el papel que juega el deporte y el entorno natural en el que se desarrolla. También me interesó mucho la original perspectiva desde la que querían abordar la historia. Esta suma de elementos convierten al ‘Desorden de los sentidos’ en un proyecto muy completo y con atractivos a distintos niveles que a buen seguro se verán reflejados en el documental resultante.
P: ¿Cómo se ha desarrollado tu labor? ¿Te has encontrado con problemas?
R: Me he (nos hemos) encontrado con muchos más problemas de los previstos inicialmente para obtener resultados positivos de este trabajo. Sabíamos que la crisis económica iba a dificultar la búsqueda de financiación a través de aportaciones de empresas tanto públicas como privadas, pero no imaginábamos que íbamos a encontrar una respuesta tan negativa y generalizada, sobre todo teniendo en cuenta el atractivo del proyecto, su dimensión social y el humilde apoyo que solicitábamos. La realidad es que el apoyo logrado se ha traducido fundamentalmente en aportaciones en especie y que el complemento económico ha venido realmente a través de los mecenas que han colaborado con el proyecto a través de la campaña de crowdfunding. La conclusión es clara: corren malos tiempos para la lírica. Y en tiempos así, la lírica sobrevive gracias a grupos de personas que trabajan por amor al arte como los que han impulsado ‘El desorden de los sentidos’. Mientras tanto, esperemos tiempos mejores con una sonrisa en la cara, las manos ocupadas y la mente imaginando nuevos proyectos.
P: ¿Cómo has vivido el desarrollo del proyecto y el viaje por el Camino?
R: Aunque no pude viajar junto con el equipo y presenciar el rodaje del documental, seguí a diario su progreso gracias al blog del proyecto, donde se publicaban entradas diarias sobre las peripecias tanto de los protagonistas como del equipo y fotografías que me enseñaban todo lo que no podía ver.
P: Unas palabras para los seguidores del Blog.
R: A los seguidores del blog y de las redes sociales, a los mecenas, y a todos los amigos de ‘El desorden de los sentidos’ no puedo más que dedicar palabras de agradecimiento y asegurar que el estreno del documental supondrá un éxito del que todos y cada uno de ellos son responsables.