La Maleta decidió colaborar con el proyecto Discamino de Santiago 2012, en el que Javier Luque se propuso hacer el Camino de Santiago en bicicleta con su hijo Antonio, que sufre una parálisis cerebral. En este viaje los acompañaron unos compañeros muy especiales: Gerardo, un joven sordociego y Javier Pitillas, entrenador deportivo de jóvenes con discapacidad que ya realizó el Camino junto a Gerardo en bicicleta en 2009.
La Maleta comenzó poniendo en imágenes las claves de este reto que Javier llevaba preparando desde el verano de 2011. Así nació en el seno de La Maleta el deseo, no sólo de documentar este proyecto durante el Camino, sino también de abordar esta aventura desde el ámbito de la percepción sensorial de sus protagonistas y ese es «El desorden de los sentidos»: un viaje, un camino, un documento en cinco piezas que recorren sus cinco sentidos.
EN PALABRAS DEL DIRECTOR
“El desorden de los sentidos” tiene como eje vertebrador la forma en que Antonio y Gerardo se enfrentan al mundo. Ellos intentan salvar las limitaciones y carencias a las que les obligan sus respectivas discapacidades para poder interactuar con su entorno.
La forma en que percibimos la realidad es fruto de nuestra vivencia y de las circunstancias en las que tuvo lugar nuestra aprehensión del mundo. Cuando esa oportunidad se les ofreció a Antonio y a Gerardo algo había desordenado sus vidas.
El problema de ambos comenzó en el final de la gestación o en el momento de dar a luz, y ha sido en el transcurso de sus vidas donde se han ido haciendo latentes sus carencias, impidiéndoles desarrollar completamente alguno de sus sentidos.
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